Vacaciones de invierno 2006.

Que poderosas han sido estas vacaciones. Vacaciones familiares, colmadas de momentos junto a aquellos seres que hace mucho tiempo no veía no veía. Ciertamente los años que pasaron los dedique mucho a mi en términos de las experiencias vividas dejando de lado el compartir con la familia, y experimentar momentos más subjetivos, propios del interés de todo hombre.
Como no recordar esos días en Santiago y todas aquellas comunas que recorrí: Conchalí, Estación Central, Santiago Centro, Recoleta, Renca, San Miguel, La Cisterna, Providencia, Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, La Dehesa, entre otras. Como no recordar tan diversos y marcados ambientes, tantas calles, tantas vidas, tantos pasos, tanta gente. El vértigo de las micros, la dinámica del metro, los sensuales café con piernas, esas maquinas llamadas malls, y cuantos otros entes. Como no recordar aquellos días y aquellas desenfrenadas e intensas noches. Como no recordarte Santiago; hoy por fin te encuentro, después de tantos años.
Como no recordar todo este tiempo que ha pasado y poder darme cuenta de que he avanzado. Como no darte las gracias padre Dios, porque jamás me has abandonado. Puedo escribir quizá más de un millón de versos, mas sólo quiero decir hoy, que me siento pleno, y listo para avanzar en este, mi propio proyecto.
Punta Arenas, 31 de julio de 2006.
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